Risas en el cine ...
El otro día fuí al cine. Mientras estabamos haciendo cola me dí cuenta de que no tenía ningún interés en ver la película en cuestión así que aproveché para ir conmigo misma a otra sala. Hostias, como mola!! Empecé a gozar del momento cuando ví que las palomitas serían exclusivamente mías ... nadie me iba a estar metiendo mano (palomitamente hablando, claro) durante la sesión! Lo de sentarse también tiene su atracción porque claro, no es lo mismo buscar sitio para uno que para varios ni tienes que pensar en si tal se ha dejado las gafas en casa pero cual no quiere estar en primera fila. De hecho, me cambié de sitio tres veces hasta encontrar el lugar perfecto. También me hizo gracia ir hablando sola mientras me cambiaba de sitio para que los demás pensasen que me habían soltado unas horas del manicomio más cercano. Y las risas, ay como me reí. No es que no me ria cuando voy al cine acompañada pero como mi humor a veces es algo distinto, ejem, suelo reirme cuando nadie más se rie y entonces, me preguntan cuál era el chiste o la gracia y pierdo un poco el hilo ... Cuando estás sola nadie te pregunta nada, como mucho los de delante se giran con cara de extrañados, pero eso solamente me hace reir más! Pensándolo bien, debe ser horrible estar en el cine conmigo, si una vez me dio la risa floja a mitad de una película de estas "intelectuales". Al final, se reían casi todos y seguramente a día de hoy siguen sin saber porqué. Insoportable, lo sé ... si es que no tengo remedio, je.
<< Home