lunes, febrero 18, 2008

Mis pequeñas patologías

Creo que soy una mentirosa compulsiva. No creo que eso sea malo, siempre y cuando lo controles. Es un poco como ser pirómano: si te dedicas simplemente a encender los cigarros o barbacoas de tus amigos y conocidos dentro de un recinto controlado, la cosa no debería llegar a más.


Reconozco que puedo llegar a ser bastante borde y sarcástica a la hora de dar respuestas a gente que dice tonterías, insultos o idioteces. Es casi mi "trademark", como dirían los grandes publicistas. También reconozco que puedo llegar a dar respuestas bordes y ser sarcástica cuando ni se lo merecen: ninguna marca está libre de pecado, como dicen los grandes publicistas en momentos frágiles.


Pero soy mejor a la hora de inventar las respuestas. Te dicen, por ejemplo: Cuando repartieron los cerebros, tú no estabas presente, verdad? A lo que contestas, toda roja: "Pues no, soy tonta" y me voy llorando para casa. Y luego te da rabia no haber dicho algo con "chispa" en el momento correspondiente.

Sin embargo cuando lo cuento a mis amigos les digo: entonces el tío me dijo eso, y yo toda rabiosa, le dije: pues no, porque no necesito cerebros en plural, solo con uno te doblo las neuronas, bi-neuronal! Y si me aplauden, me animo todavía más y digo: y luego saqué la pistola y le pegué un tiro en el tobillo, por chulo, ala.


El único problema es cuando unos años más tarde te preguntan sobre aquel tiro en el tobillo, porque desde aquel día eres su idola, y tienes que decir: Ay, pues no me acuerdo. A ver, niña, cómo no vas a recordar el día que sacaste la pistola y le pegaste un tiro en el tobillo? Claro sería un tema difícil de olvidar si fuera verdad, así que te quedan tres opciones:


1) Decir, ah sí, claro, el día aquel. Es que lo he hecho tantas veces que se me mezclan.


2) Serán cosas de la edad. Mi memoria ya no es lo que era, pero si tú dices que fue así, así fue, bonito!


O la tercera opción, que es la que uso yo ahora que soy una persona madura y sin necesidad de impresionar a nadie:


3) Dices: ah, aquello? Pero si me lo inventé. Soy una mentirosa compulsiva!