viernes, enero 06, 2006

Pica pica! Rasca rasca!

Por fin. Lo estoy consiguiendo. O al menos estoy en ello. Encima, tengo la intención de acabar de escribir el post sin encender un cigarro! Llevo dos días. Cada segundo es un milagro. Cada milagro es una pesadilla. Cada pesadilla es un paraíso. Cada paraíso es un segundo. 60 segundos son ... (Creo que empiezan ya las alucinaciones!).

Nunca he sido una gran seguidora de los New Year Resolutions - o sea eso de hacer una lista de los buenos propósitos que piensa llevar a cabo con el rollo del año nuevo. A lo mejor si se llamara la New Year Revolution o se hiciera en otro momento del año, me hubiera atraido algo más. Pero ni resolutions ni hosties, si bastante me cuesta recuperarme de la resaca sin encima tener que dar muestras de bondad.

Sin embargo, este año con la excusa barata de que estaría prohibido fumar en bares, restaurantes, el trabajo, etc... me apunté al carro. El día 1 lo dejo, dije yo, tan decidida y con la fuerza que me caracteriza. Y un huevo de pato. Si para ir a Inglaterra en Navidad me compré tabaco y todavía me quedaba. Cómo iba a dejar de fumar si tenía vicio a mano? Así que con la excusa todavía más barata de que no se puede dejar de fumar si llevas vicio en el bolso, seguí fumando y fumando y fumando. De paso, entre cigarro y cigarro, me fije en que sigue siendo bastante fácil fumar en según qué locales y me acordé de que en el curro antes tampoco fumaba ... y justo cuando estaba a punto de inventarme otra excusa y me quedaba un cigarro ... hice lo impensable. Se lo regalé a un amigo. El amigo que dice que soy incapaz de dejar de fumar recibió mi último cigarro ........

O sea solamente faltaba que alguien me picara para que lo dejara? Mandan cojones!!

No me pongais mensajes de ánimo ni rollos floreros que soy capaz de mataros, eh!