Papaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ....

Erase una vez un estudiante cuya mayor preocupación era saber de donde sacaba el dinero para el próximo kalimotxo. Un día mientras hacía que estudiaba, sonó el teléfono:

... ey, tronco, nos vamos de farra, te apuntas?

... joer, chaval, voy fatal de pelas. No puedo.

... hosties, pues pásate por el sitio aquel, mira un par de revistas y quedamos después.

... mmmmm, es una opción, la última vez no me fue tan mal. Además tengo ganas de juerga. Me lo pienso y te llamo.

Unos años más tarde vuelve a sonar el teléfono:

.... Papaaaaaaaaaaaaaaaaaa

.... Perdone, pero usted se equivoca.

.... Papaaaaaaaaaaaaaaaaaa

.... Ya le he dicho que se equivoca. No tengo hijos reconocidos kjo jo jo jo.

.... ¿Tú no fuiste a una clínica de donación de esperma hará unos 19 años?

..... Ay

.... Es que he averiguado que eres mi padre y voy fatal de pasta. ¿Me invitas de marcha?

Un niño de 15 años localiza a su "padre" , donante "anónimo" de esperma, "gracias" a Internet.... Se abre el debate, entre comillas, ejem.