... so let's do it like they do on the Discovery channel!

Para que se acabe el problema de la falta de agua tiene que llover, mucho, y además en el sitio correspondiente, Llevamos muchos días mojados por estas tierras catalanas y aunque haya ayudado algo, cualquiera viendo las noticias de casas inundadas, negocios destrozados y coches arrastrados, podría pensar que ya nos ducharemos tranquilamente durante todo el invierno.

No es tan fácil.

Sin embargo, yo, al despertarme y encontrarme con un domingo soleado tuve que elegir entre quedarme en casa haciendo lavadoras y mirando, con cara de alivio, como se me iba secando la ropa o irme a toda hostia para el pueblo de Sant Romà de Sau antes de que volviera a desaparecer bajo el agua.




Escogí la opción B y aunque no tenga nada de ropa limpia ni seca para ponerme la semana que viene, acerté en mi elección. Eramos unos cuantos ahí mirando los restos del pueblo y la iglesia, y aunque me sobrara gente siempre es un consuelo ver que a los sitios más llenos de barro solamente van los más atrevidos o tontos, o sea yo ...



Me ha encantado aunque lo que más me ha agilipollado ha sido ver el otoño por el camino hacia mi destino. El otoño ha llegado a les Guilleries y lo he notado por su color y su olor y mis ganas de verlo en todo su esplendor.

Sin querer parecerme a una poeta barata de mercadillo, simplemente digo que he descubierto un paraíso nuevo y aunque llueva en los sitios adecuados y vuelva a hundirse este pueblo con sus misterios, sus alegrías y sus penas, yo, como mínimo, pienso volver...



¿Vienes?