I want to ride my bicycle, I want to ride my bike lalala

Los lectores más fieles de mi Blog, o sea los que leyeron mi último post, habrán quedado impresionados por mis dotes con el skateboard, lo sé.

A primera vista, el skateboard no tenía mucho que ver con el post en cuestión pero a veces me salen cosas raras en los escritos.

Pero tampoco era tan raro porque cuando tienes 15 minutos para cruzar una ciudad entre clase y clase, lo primero que te viene a la cabeza es buscar un medio de transporte rápido, ligero y eficaz.

Yo me veía llegando en 7 minutos 54 segundos, gracias al skateboard, cuando caminando tardas 17 minutos. La idea era brutal, fantástica pero la realidad era otra.

El problema principal era que no tengo ni puta idea de ir en skateboard. Eso si lo juntas con mi mochila cargada de libros que pesa entre 120-125 kilos según el día podrás entender que no encontrara el punto del equilibrio.

Llegué tarde.

Llegaré tarde cada día durante un año si no llego a dominarlo.

Ahora los amigos, por llamarlos de alguna manera, que intentaban convencerme para irme entre clase y clase en skateboard, ahora me van animando para que coja la bici ..... eso sí que sería un peligro, además odio a los ciclistas y me gusta cagarme en ellos generalizando de forma injustificada.

Yo mientras tanto, he enviado una carta a Dirección pidiendo una cama elástica...